INMACULADA GONZÁLEZ-CARBAJAL GARCÍA

Para quien no te conozca ¿Quién es Inmaculada González-Carbajal García?

> Una mujer inquieta que lleva toda la vida haciéndose preguntas sin respuesta inmediata. Soy una persona curiosa, muy consciente de que no sé nada y tengo todo por aprender. De profesión médica, doctora en medicina, pero amante de las humanidades, lo que me llevó a hacer también Historia. Practicante de artes marciales desde hace más de treinta años. Practico espada japonesa: Iaido. Con formación musical y aficionada a muchas cosas, entre otras la fotografía. Y en los últimos años de mi vida, con la responsabilidad de una Fundación que trabaja en África para tratar de dar oportunidades a quienes no las tienen.

¿Qué te hace decidirte a ser escritora?

> Escribo porque me gusta, porque me ayuda a poner en orden mis pensamientos, mis emociones y mis sentimientos. Escribo para compartir y también, por qué no, para que la gente conozca otras realidades y despierte a otra forma de mirar y situarse en el mundo que todos habitamos.

¿Cuántos libros llevas publicados?

> En realidad, éste es el octavo, aunque los primeros tuvieron una temática más profesional, hasta que me solté la melena y empecé a escribir para el público en general y con otras temáticas más cercanas a lo que tiene que ver con la existencia y las grandes preguntas que todos nos hacemos.

¿En qué te inspiraste para escribir “El mundo a través de una mosquitera”?

> En lo que vivo cuando estoy allí, en la vida cotidiana en Kinshasa y en otros lugares de la República Democrática del Congo, en situaciones que aquí nos pueden resultar muy lejanas, pero es el modo en el que transcurre la existencia de muchas personas, no sólo allí sino también en muchos otros lugares del mundo. En cuanto al título, la mosquitera es una metáfora que invita a cambiar la perspectiva cuando nos acercamos a esas realidades, a pararnos antes de verlas con nuestro esquema de pensamiento o nuestra particular visión del mundo.

¿Por qué el Congo?

> Simplemente era el lugar con el que tuve la conexión necesaria para ir allí. Posteriormente, se convirtió en el lugar donde desarrollamos nuestro trabajo de cooperación al desarrollo.

¿Qué podemos encontrar en esas historias cercanas y reales que cuentas en primera persona?

> En la primera parte comparto el proceso personal que me llevó a tomar la decisión de ir al Congo y crear la Fundación El Pájaro Azul. Después, son relatos de diversas situaciones que vivo cuando estoy allí, escenas cotidianas en las que podemos encontrar a las personas que sobreviven en medio de las dificultades. En algunos capítulos contextualizo la situación del Congo con información sobre su historia, geografía y política, para que el lector pueda enmarcar adecuadamente algunas de las cosas que cuento.

¿Es difícil transmitir la realidad que te encontraste en el este del Congo?

> Transmito lo que vivo y lo hago con la memoria visual y emocional, utilizando como documentación valiosa e importante, los diarios que escribo cuando estoy allí. En cada viaje llevo una libreta especial que me hacen unos artesanos asturianos y en ella anoto todo lo que vivo desde el día previo a marchar hasta que llego. Eso me permite recordar lo que vivo y abrir el archivo emocional de lo que sentí en aquel momento, luego lo elaboro para poder hacer un relato lo más fiable posible y alejado de la emoción, porque si ésta ha sido muy intensa, es difícil transmitirlo con una visión más objetiva. El libro está muy trabajado para no caer en una visión dramática sino para ver en todo aquello la esperanza que subyace en medio de tanta dificultad.

¿Cuál es la parte que más te gusta del libro?

> Hay algunos capítulos que me gustan mucho, pero cuando escribes, llega un momento en el que el libro ha salido de ti y no tienes la misma perspectiva, es como una criatura que tiene vida propia, ahora son los lectores quienes deben hablar cuando lo lean.

Y por último, ¿qué le dirías a nuestros oyentes y lectores?

> Que lo lean, porque merece la pena conocer aquella realidad, aunque sea a través de un libro. Porque nos puede permitir reconocer que somos afortunados y quejarnos menos por cosas que no son esenciales. Porque es necesario que desarrollemos una nueva conciencia que nos permita ampliar la mirada más allá de nosotros mismos y nuestro pequeño mundo. Que lo lea porque es un libro solidario y los derechos de autor van para el proyecto de enfermos mentales, del que hablo en un capítulo. Además, todas las personas que lo han leído hasta ahora me han dicho que les ha encantado.

{{ reviewsTotal }}{{ options.labels.singularReviewCountLabel }}
{{ reviewsTotal }}{{ options.labels.pluralReviewCountLabel }}
{{ options.labels.newReviewButton }}
{{ userData.canReview.message }}

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *