Creencias limitantes y salud

Nuestra forma de pensar influye en nuestras emociones y en nuestros comportamientos y dirige nuestra realidad. En estos pensamientos tienen un gran poder las creencias limitantes que están en nuestro inconsciente y que nos llevan a pensar de forma automática condicionando las decisiones que tomamos, los comportarnos y las acciones que llevamos a cabo.

Todos tenemos un sistema de creencias que se ha formado desde nuestra infancia. Hemos aprendido esas creencias de nuestro entorno, padres, otros familiares, profesores, amistades, etc. En el momento que las adquirimos nos sirvieron porque nos fueron útiles para sobrevivir a las situaciones que vivíamos y nos ayudaron a adaptarnos. Con el tiempo, según vamos madurando vamos uniendo a ese sistema de creencias otras creencias basadas en nuestras experiencias propias y en creencias que adquirimos de las experiencias de otras personas.

Este sistema de creencias influye para bien o para mal en todos los ámbitos de nuestra vida. Si son creencias potenciadoras nos ayudaran a avanzar en nuestros proyectos, en nuestras relaciones, en nuestra salud, etc. Pero si son creencias limitantes nos frenarán, nos bloquearán y nos harán sufrir llevándonos a no poder desarrollarnos como personas, afectando a nuestros proyectos, a nuestras relaciones y a nuestra salud.

¿Qué son las creencias limitantes?

Las creencias limitantes son ideas que están en nuestra mente y las damos como ciertas basando nuestras conclusiones, prejuicios, juicios y decisiones en ellas.

Dan lugar a nuestra forma de pensar y a partir de ellas vamos creando nuestra realidad. Confiamos en ellas porque en algún momento nos fueron útiles y se alojaron en nuestro inconsciente para actuar sobre nosotros de forma automática. Y nos llevan a tener comportamientos basados en ellas sin darnos cuenta.

Este proceso se da en todas las personas, es un proceso de aprendizaje para adaptarnos a la vida.

Pero lo que en un momento concreto de nuestra vida nos pudo ser útil ahora puede que no lo sea. Lo que un día pudo ser una creencia adaptativa o positiva hoy puede ser negativa y frenarnos porque nos limita en nuestras acciones.

Ahora nos perjudican y es el momento de sustituirlas por otras creencias que sí nos sirvan en la situación que estamos viviendo en el presente. Hay que cambiarlas por nuevas creencias adaptativas y potenciadoras.

Si no tomamos conciencia de estas creencias limitantes seguiremos con la misma forma de pensar que está dirigida por esas creencias y seguiremos cometiendo los mismos errores.

Cuando realizamos el cambio a creencias potenciadora adquirimos nuevas rutas de pensamiento que dan lugar a nuevos comportamientos que son beneficiosos para desarrollarnos como personas y avanzar en nuestra vida hacia nuevas metas y sueños.

¿Cómo afectan a la salud?

Si mantienes en el tiempo tus creencias limitantes llegarán a afectar a tu salud física, mental y emocional.

Estas creencias limitantes que te llevan a una forma de pensar que no te ayuda te van a bloquear, a hacer repetir pensamientos negativos en bucle, a llenar de miedos y crear inseguridades.

Todo esto llegará un momento que rompa el equilibrio de tu organismo y se manifieste en tu cuerpo con síntomas como son ansiedad, nerviosismo, dolores inespecíficos por el cuerpo, molestias gastrointestinales, dolores de cabeza, falta de apetito o exceso de apetito, falta de concentración y cualquier otro síntoma que no te permita vivir con energía y bienestar.

En ese desequilibrio las funciones bioquímicas no se realizan correctamente y se segregan sustancias en cantidades no adecuadas que resultan nocivas para nuestro organismo. Y el cuerpo nos informa de la alteración de estos procesos fisiológicos a través esos síntomas. Si no los hacemos caso se pueden convertir en enfermedades con el tiempo.

Cuando se presentan estos síntomas es importante que lo primero que se haga es acudir al médico para descartar alguna patología y a la vez se debe revisar como estamos pensando para poder identificar esas ideas que pueden estar contribuyendo a que tengamos esos síntomas.

Ante estos síntomas, además del tratamiento médico que nos pueda prescribir el médico si fuera necesario, tenemos que revisar nuestro sistema de creencias para observar cuales nos ayuda a vivir mejor y cuales nos perjudican.

¿Cuáles son esas creencias limitantes?

Cada uno tenemos nuestro propio sistema de creencias. Algunas creencias pueden coincidir con las de otras personas y otras no. Busca tus propias creencias limitantes.

Aquí tienes algunas creencias limitantes que pueden afectar a tu salud:

Se me dan mal los deportes
Me aburre hacer deporte
No tengo tiempo para hacer deporte

Yo soy así y no puedo cambiar
No tengo fuerza de voluntad
No puedo….
Ya soy mayor para…
No valgo para….

No puedo irme a dormir temprano y no puedo hacer nada
Me cuesta conciliar el sueño y no puedo hacer nada
Con cinco horas de sueño tengo suficiente, mi cuerpo es así

No puedo dejar de fumar
Yo puedo dejar de fumar cuando quiera no hace falta que lo haga ahora
No hace falta preocuparse de lo que se come
Beber alcohol es parte de la diversión de la vida
De algo hay que morirse

No soy capaz de perder peso
Ninguna dieta me hace perder peso
Como muy poco y no puedo perder peso
Lo poco que como me engorda y no puedo hacer nada
Mi cuerpo es así
Comer me tranquiliza
Toda mi familia es obesa y no puedo adelgazar

¿Cómo cambiar creencias limitantes en potenciadoras?

Estas creencias limitantes se pueden cambiar y esta es la primera creencia potenciadora que se debe adquirir para llevar a cabo este proceso.

Tomar consciencia de que hay algo en tu interior que está influyendo en tu vida y que te está impidiendo vivir con salud y bienestar es el primer paso hacia tu nueva forma de vivir.

El cambio es posible porque estas creencias limitantes se pueden eliminar y sustituir por otras creencias potenciadoras.

Una vez que quieres cambiar aquello que te perjudica en tu vida ya estás en disposición de poder identificar qué es lo que te está frenando. Cuando identificas esa idea o creencia que te está limitando para conseguir lo que quieres es el momento de cuestionarla, de preguntarte si es verdad.

Ahora, debes transformar esa creencia limitante por una creencia potenciadora para que te impulse y ya no te frene la anterior. Este cambio se puede realizar en 7 pasos:

  1. Detecta de una en una las creencias limitantes. Son ideas o pensamientos que te hacen sentir mal y que no te dejan pasar a la acción.
  2. Reflexiona sobre esa creencia: desde cuándo la tienes, cuándo te aparece, cuáles son los motivos por los que aparece, con qué intención aparece esa creencia, que es lo bueno que te aporta, para qué quiere limitarte
  3. Confronta esa creencia limitante, su intención, en que se basa y qué hay de verdad en ella.
  4. Busca una creencia potenciadora que sustituya a esa creencia limitante.
  5. Repite esta nueva creencia varias veces al día.
  6. Busca pensamientos y hechos que fortalezcan esa creencia potenciadora.
  7. Cada vez que aparezca la creencia limitante cámbiala por esta nueva creencia potenciadora. La limitante perderá fuerza y la ganará la potenciadora.

Este proceso de sustituir las creencias limitantes por creencias que nos potencien para alcanzar objetivos saludables y mejorar la salud física, mental y emocional es la base para mejorar nuestra calidad de vida.

Loreto Serrano

Loreto Serrano
Farmacéutica
Coach de salud y desarrollo personal

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